Los absorbentes de humedad en embalaje son esenciales para que los productos lleguen a su destino en óptimas condiciones y se previene el deterioro antes de que pueda ocurrir. Siempre es mejor prevenir antes que curar. Es decir, implantar las medidas necesarias para que una carga llegue bien antes que tener que pagar por su deterioro. Por todo esto, vamos a ver qué son los absorbentes antihumedad.
¿Qué son los absorbentes antihumedad?
Son productos que extraen y retienen el vapor de agua que existe en el aire y evitan que se alcance ese punto de condensación que afecta a la carga almacenada. Son, por tanto, bolsas antihumedad que resultan muy eficaces para proteger artículos sensibles. Por ejemplo, productos electrónicos y tecnológicos, joyas o ropa de piel.
En caso de que no usemos estos desecantes, se produciría moho u hongos, corrosión, grumos si se trata de polvos, e incluso de colapso de la carga por humedad. En definitiva, sin los absorbentes podría perderse la carga de nuestro cliente. En cambio, su uso elimina la humedad y preserva los artículos transportados.
¿Qué tipos de absorbentes o desecantes existen?
Los desecantes más comunes para antihumedad en embalajes son los de gel de sílice. Resultan muy eficaces para extraer la humedad de un espacio reducido. A su vez, pueden comercializarse en pequeñas bolsas con apenas dos gramos de sustancia que se utilizan, por ejemplo, para desecar armarios. Y también se venden en formatos más grandes para espacios con mayor amplitud. Por ejemplo, las bolsas de 240 gramos.
Se trata de una especie de arena porosa que funciona absorbiendo entre un 25% y un 30% de la humedad. Pero se satura con bastante rapidez y deja de funcionar. Por ello, es una buena opción para cargas pequeñas, pero no tanto para grandes contenedores marítimos.
Para espacios grandes o contenedores se recomiendan las bolsas desecantes para contenedores. Normalmente, se comercializan en formatos de uno y dos kilogramos, aunque puede haberlas más grandes. Contienen productos como la bentonita activa, que es una potente sustancia antihumedad.
Se trata de una arcilla especial que se forma con minerales del grupo de las esmectitas. Entre sus propiedades, destaca la capacidad de absorción de las moléculas de proteínas que tienen las sustancias acuosas. De hecho, también se usa en la construcción para desecar el cemento y dar solidez a las edificaciones.
Pero, a la hora de conservar los embalajes, también tenemos otras herramientas muy útiles. Es el caso de las tarjetas indicadoras. Vamos a explicar en qué consisten.
Las tarjetas indicadoras de humedad
Este instrumento nos sirve como referencia para saber la cantidad de humedad que hay en un espacio cerrado. Se adhieren al embalaje de manera muy sencilla y, además, pueden reutilizarse. Básicamente, nos avisan cuando se supera un porcentaje de humedad. Lo hace cambiando de color, por lo que son muy fáciles de interpretar.
Normalmente, contienen varios círculos indicadores y cada uno de ellos expresa un tanto por ciento de humedad. Así, según el que cambie de color, sabemos cuánta existe en el lugar donde está nuestra carga. Además, actualmente, estas tarjetas se fabrican libres de cobalto, que es tóxico, para cumplir la Directiva REACH. Esta es un reglamento de la Unión Europea (N.º 1907/2006) que regula la manipulación de sustancias químicas.
¿Quién paga si se deteriora una carga por humedad?
Finalmente, debemos centrarnos en el caso de que la humedad estropee la carga y aclarar quién tiene que pagarla. En primer lugar, como responsables del envío, debemos poner en el paquete una tarjeta indicadora de humedad y también hacer una fotografía del propio embalaje.
De este modo, en caso de darse algún percance, podremos probar que el envío se ha hecho con todas las garantías antihumedad. Si hemos tomado todas las precauciones y el embalaje es correcto, no somos responsables de su deterioro. Esto significa que, si la carga se estropea por algún motivo, será ajeno a nosotros y el destinatario no podrá reclamarnos por ello.
En conclusión, los absorbentes de humedad en el embalaje son imprescindibles para la buena conservación de la carga a transportar. Son muy fáciles de utilizar y, junto a las tarjetas indicadoras, nos evitan futuras reclamaciones por parte del destinatario. En estos casos, siempre es mejor prevenir antes que curar. Anímate a utilizar estos absorbentes antihumedad y olvídate de problemas en tus embalajes.